¿Se trasladarán los gazatíes a otro país?

El 6 de octubre, ningún habitante de Gaza habría imaginado que pronto se encontraría en una zona de guerra y, en última instancia, sin hogar. Tal vez, de haber sabido lo que se planeaba justo a la mañana siguiente, se habrían apresurado a avisar a Israel, sabiendo que las acciones de su gobierno terrorista, Hamás, se volverían amargamente contra ellos.

Pero todos los acontecimientos, que han provocado que los gazatíes necesiten un nuevo hogar, ya que la mayor parte de la zona es ahora inhabitable, fueron el resultado directo de una incursión masiva de las FDI, que no tuvieron más remedio que perseguir al enemigo edificio por edificio. Al tratar de descubrir a cada terrorista, que formaba parte de una masacre organizada y bien planificada que llevaba dos años preparándose, las vidas de los habitantes de Gaza se vieron completamente trastocadas.

Según el Wall Street Journal: "A mediados de diciembre, Israel había lanzado 29.0000 bombas, municiones y proyectiles sobre la franja. Casi el 70% de las 439.000 viviendas de Gaza y cerca de la mitad de sus edificios han sido dañados o destruidos, incluidas iglesias, mezquitas, fábricas, edificios de apartamentos, centros comerciales, hoteles de lujo, teatros y escuelas. Gran parte de las infraestructuras de agua, comunicaciones eléctricas y sanitarias que hacían funcionar a Gaza no se pueden reparar".

Por supuesto, huelga decir que nada de eso habría ocurrido si el 7 de octubre hubiera sido un día cualquiera en el calendario. Pero fue esa horrible cadena de acontecimientos la que desencadenó una respuesta previsible y justificada una vez que se conocieron las incomprensibles atrocidades perpetradas contra israelíes inocentes.

Después de todo, fue Sir Isaac Newton quien dijo que para cada acción de la naturaleza hay una reacción igual y opuesta. Al parecer, eso también era cierto cuando se trató de la primera acción de Hamás de lanzarse en paracaídas sobre Israel y masacrar brutalmente a 1.200 personas. La reacción igual y opuesta es ahora una población sin hogar de más de 2 millones de personas que necesitan desesperadamente una solución de vida viable.

Por eso ha surgido la idea de reubicar a los habitantes de Gaza y se han entablado conversaciones serias mientras se barajan distintas opciones, porque aunque el gobierno israelí accediera a permitir el regreso de los residentes, no hay literalmente nada a lo que puedan volver.

Como era de esperar, muchos de los miembros de la coalición gubernamental de extrema derecha del primer ministro Netanyahu están muy a favor de un plan para trasladar a estos residentes lejos de Israel, aunque para gran ira del Departamento de Estado estadounidense, que ha calificado la posibilidad de "incendiaria e irresponsable".

Aunque Netanyahu está haciendo todo lo posible para asegurar a los escépticos que los ministros de su coalición no deciden ni determinan lo que se aprobará, hay, no obstante, una investigación en curso sobre una variedad de países que podrían estar dispuestos a aceptar a los gazatíes y proporcionarles un hogar temporal, si no permanente.

De lo único que todo el mundo puede estar seguro es de que Hamás dejará de constituir el gobierno de Gaza, porque Israel sencillamente no lo tolerará. Dado que no existen otras alternativas adecuadas para gobernar a nuestros hostiles vecinos, se complica aún más el problema: la incapacidad y la inviabilidad de que más de 2 millones de personas regresen a una zona sin gobierno, sin infraestructuras, con un desempleo masivo, sin recursos básicos y sin un liderazgo que facilite un proceso de reconstrucción.

Además, se están elaborando planes para garantizar la seguridad futura de las comunidades israelíes limítrofes, así como la seguridad de todos los ciudadanos del país, que ahora se dan cuenta que ya no están tan seguros como siempre habían creído.

Esos planes incluyen "el control del corredor Philadelphi, que recorre una distancia de 8,7 millas (14Km.aprox.) desde Gaza hasta la frontera egipcia, junto con el establecimiento de un bloqueo naval permanente".

Además de los miembros más religiosos de la coalición, varios de los ministros más moderados del partido Likud están a favor del plan, y las partes implicadas en las conversaciones han explorado opciones como Arabia Saudíta, el Congo, que ya ha dicho que estaría dispuesto a acoger a los migrantes, así como otras naciones no identificadas. El plan se está caracterizando como un reasentamiento voluntario de palestinos de Gaza.

Lo peculiar de este plan, sin embargo, es que se está informando de él como "conversaciones secretas" en curso, pero al parecer ya no es tan secreto puesto que varios medios de comunicación ya han informado sobre él. Ante la prolongación de la guerra, que podría alargarse aún más, dependiendo de muchos factores desconocidos, el reasentamiento de los gazatíes sería la mejor idea para todos.

Estarían protegidos de la lluvia y las bajas temperaturas de estos próximos meses de invierno, así como en una zona mucho más segura, lejos de los cohetes fallidos de Hamás o de los daños colaterales debidos a los inevitables errores involuntarios de la guerra. Para nosotros, en el lado israelí, habría una sensación de alivio, sabiendo que ya no hay una grave amenaza para nosotros, a sólo unos kilómetros de distancia.

La cuestión es si sus líderes radicales e indiferentes les permitirán buscar refugio o seguirán utilizándolos cínicamente como escudos humanos que proporcionan un absceso supurante que sirve a sus propósitos y, al mismo tiempo, sigue siendo una carga insoportable de gestionar para Israel. Ha llegado el momento que los espectadores del mundo, que afirman sentir simpatía por los gazatíes, exijan que sean liberados para escapar de los estragos de una guerra que sus dirigentes iniciaron sin tener en cuenta cómo afectaría a las vidas de su pueblo.

Será interesante ver si los terroristas de Hamás siguen viendo a los gazatíes como accesorios prescindibles que sirven a sus insidiosos propósitos mientras perpetúan el papel de ser la espina en el costado de Israel. Todos tendremos un asiento en primera fila para ver si deciden explotarlos o si los liberan para que vivan vidas más productivas.

Independientemente que los inmigrantes acaben en el Sinaí, Arabia Saudíta, África o cualquier otro lugar, una nueva sede podría ser el nuevo comienzo que todos necesitamos. Casi parece una situación en la que todos salen ganando, pero ¿se permitirá finalmente que suceda? Si no es así, lo más probable es que no haya una solución próxima, porque se trata de un problema que demasiada gente está encantada de ver sin resolver.

Sin embargo, si lo consigue, no será la panacea para Israel, porque pase lo que pase, seguirá siendo vilipendiada por suficientes personas y naciones que desprecian a Dios y, por tanto, desprecian a Su pueblo. La buena noticia es que un día, habrá un ajuste de cuentas, e Israel, una vez más, será una delicia tanto para el Todopoderoso como para todos los que la rodean. " Días vendrán cuando Jacob echará raíces, florecerá y echará renuevos Israel, y la faz del mundo llenará de fruto.". (Isaías 27:6)