El héroe del kibutz Kissufim hizo frente a decenas de terroristas de Hamás

Una vez, lo que parece toda una vida atrás,  Shai Asher era un esposo humilde, padre y trabajador de tecnología de avanzada, que llevaba una vida normal en la región fronteriza del sur de la Franja de Gaza.

A pesar de ser miembro del equipo de emergencia del kibutz Kissufim, según él mismo reconoce, no era un guerrero. Más bien, esa labor era una forma de reforzar su sentido de autoestima, así como sus ingresos.

Ahora, después de que el brutal ataque de Hamás el sábado 7 de octubre cambiara la realidad, ésta se ha convertido en la nueva vida de Shai.

"Todo es como una operación militar. Hablo así, pienso así, duermo y como así. Todavía estoy en modo de guerra", declaró Shai a las noticias del Canal 12 de Israel.

Shai y su amigo cercano  Sa'ar, dos de los tres miembros del equipo de emergencia del kibbutz, intentaron ponerse en contacto con el comandante del equipo, Roni, pero se toparon con los terroristas inmediatamente después de salir por la puerta.

Siguieron luchando contra un número abrumador de terroristas durante horas hasta que llegaron refuerzos de las Fuerzas de Defensa de Israel y ayudaron a reconquistar el kibbutz.

Más tarde, descubrieron que Roni había quedado atrapado en su búnker, junto con su familia. Había mantenido cerrada la puerta del búnker con sus propias manos durante horas, hasta que llegaron los rescatadores.

Nueve miembros del kibbutz, entre ellos Sa'ar el amigo y colega de Shai en el equipo de emergencia, y ocho trabajadores tailandeses perdieron la vida en la batalla.

Cuatro miembros del kibbutz fueron secuestrados por los terroristas que destruyeron grandes partes de Kissufim.

Los heroicos esfuerzos de Shai, Sa'ar y su equipo, ciudadanos humildes que cumplieron con su deber cuando se les llamó, salvaron a toda la comunidad de una catástrofe mayor.